Paris Bien Vale una Misa
En 1562, Enrique, hijo de Antonio de Borbón y de Juana de Albert, heredó el reino de Navarra, con el nombre de Enrique III de Navarra.
A mediados del Siglo XVI Francia atravesaba por numerosos conflictos religiosos que asolaban el pais.
Enrique fue uno de los principales líderes hugonotes que asediaban a la monarquía francesa de los últimos Valois.Para frenar estos ataques a la corte francesa,Enrique III de Francia ofrece a Enrique de Navarra la mano de Margarita de Valois, y le reconoce como sucesor de la corona francesa.
Tras la muerte de Enrique III de Francia, La Liga, el Papa y Felipe II de España, se niegan a reconocer a Enrique de Navarra como rey de Francia, porque es protestante, ya que el rey de Francia debía, necesariamente, ser católico.
Para Enrique III de Navarra esto no supone ningún problema porque el 25 de julio de 1593 abjuró de su religión protestante y se convierte al catolicismo pronunciando la famosa frase que pasó a la historia: PARÍS BIEN VALE UNA MISA.
Fué proclamado rey de Francia con el nombre de Enrique IV de Francia